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El sábado 5 de abril, el dojo suizo de Saignelégier acogió el II Congreso Internacional de Artes Marciales Seibukan (SBIF), magistralmente organizado por la delegación suiza, bajo la dirección del maestro Kyoshi Pascal Kaufmann, 6º Dan. El evento reunió a miembros de esta organización internacional de artes marciales tradicionales japonesas procedentes de Suiza, España, Italia, Eslovenia, Francia y Canadá. Aproximadamente sesenta personas se congregaron sobre el tatami para compartir conocimientos, experiencias y, sobre todo, para profundizar en las enseñanzas del maestro Ricardo Sanz Orús, fundador de Seibukan Budō y presidente de la Federación Internacional de Seibukan Budō (SBIF). Además, se impartieron sesiones de Nihon Karatedo a cargo de los maestros Leskarovski (7º Dan), Kaufmann (Kyoshi, 6º Dan) y Bongongo (5º Dan).
El objetivo principal del congreso fue fortalecer los lazos entre los miembros de la federación y promover la preservación de las auténticas tradiciones del Budō japonés, un arte que, como señaló el maestro Sanz en una entrevista concedida a Pascale Noaillon para Le Quotidien Jurassien, no se centra únicamente en la técnica de combate, sino también en el desarrollo de los valores fundamentales que sustentan estas prácticas: la compasión, el coraje, la cortesía, la honestidad, el honor, la justicia y la lealtad.
Ricardo Sanz, nacido en España en 1968, se ha formado en diversas ocasiones en Japón, Francia, Estados Unidos e Israel. Actualmente posee certificaciones oficiales federativas de 8º Dan en Nihon Jujutsu - Taijutsu, 7º Dan en Yoseikan Aiki y 7º Dan en Nihon Kobudo, además de los títulos de Maestro Nacional en cada una de estas disciplinas. Tras su experiencia en la tierra de los samuráis, fundó su propia escuela con el objetivo de difundir y preservar las tradiciones de las artes marciales japonesas. Según Sanz, “no se trata solo de aprender técnicas de combate, sino de aprender a luchar para no tener que luchar”, defendiendo que las artes marciales no promueven la violencia, sino que permiten canalizarla de manera positiva. También destacó la importancia de las artes marciales para canalizar la energía, subrayando que el verdadero propósito de las artes marciales tradicionales “es aprender a vivir con generosidad, respeto, humildad y disciplina, y no simplemente combatir contra otra persona, ganar medallas o alimentar discursos estériles de confrontación entre individuos”.
Entre los asistentes se encontraba Roland Vallat, veterano artista marcial, quien compartió su pasión por la tradición y la continuidad de estas prácticas marciales. “Lo que me atrajo de las artes marciales japonesas fue su aspecto tradicional, algo que se transmite de generación en generación. Cada caída es una lección, y cada proyección, un reto superado”, explicó Vallat, quien lleva practicando de forma ininterrumpida desde hace 40 años.
El ambiente del congreso, marcado por la camaradería y el respeto, también fue propicio para la reflexión sobre la importancia del crecimiento colectivo, como destacó Doriane, hija de Vallat, quien subrayó que estos cursos no se tratan de medallas ni de títulos, sino del “bagaje que uno se lleva consigo”.
La elección de Saignelégier como sede del congreso no fue casual. La región de Franches-Montagnes es conocida por su belleza natural, y las instalaciones del Centro de Ocio, con su infraestructura única, hicieron que este evento fuera aún más especial. Con hotel y piscina incluidos, se trata del lugar ideal para eventos de este tipo, ya que ofrece todas las comodidades necesarias para los participantes, lo que contribuyó al éxito del congreso.
El congreso también fue ocasión para la entrega de diplomas y certificaciones, en reconocimiento al esfuerzo y dedicación de alumnos y maestros que han trabajado incansablemente para preservar y difundir las tradiciones del Budō y el Bujutsu. Uno de los momentos más destacados del evento fue la concesión del honorable y tradicional título de Kyoshi a Pascal Kaufmann, miembro del comité de la SBIF. Como es habitual en este tipo de actos, la ceremonia se desarrolló con el espíritu de respeto y humildad característico de la cultura japonesa.
Este segundo congreso marcó un paso importante en la expansión del Nihon Iaido, Nihon Karatejutsu y Kempojutsu en Europa, particularmente en Francia, donde la responsabilidad de continuar con este proyecto recae en los nuevos directores y maestros que, guiados por la filosofía y los valores de la SBIF, seguirán trabajando para preservar el espíritu del Budō.
Con este evento, Seibukan Budō continúa creciendo, al igual que el compromiso con el trabajo en equipo y el mantenimiento de la visión de la federación SBIF a nivel mundial. El congreso no fue solo una celebración del conocimiento y la técnica, sino también una oportunidad para renovar el compromiso con la tradición y fortalecer los lazos dentro de la comunidad internacional de artes marciales. El III Congreso de Seibukan Budō - Federación Internacional de Seibukan Budō (SBIF) está previsto para el año 2027.
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