12 de diciembre de 2006

Estimado Sr. Hernaez:

Durante los últimos 20 años, he tenido el privilegio de enseñar Taijutsu, transmitiendo el legado de diversos maestros en mi escuela, Kodenkan Budo. A lo largo de mi carrera, he aprendido no solo de usted, Sr. Hernaez, sino también del Sr. Calpe, a quien llegué a considerar no solo mi maestro, sino también un amigo. Como bien sabe, he participado en cursos impartidos por figuras renombradas como los Maestros Minoru y Hiroo Mochizuki, Alain Floquet, Sizuya Sato y Kuniyuki Kai, entre otros.

A lo largo de este tiempo, he formado numerosos cinturones negros e instructores en Aragón y en otros países, colaborando en la creación y evolución de diversas organizaciones que han contribuido a la difusión de nuestra arte marcial no solo en España, sino también en Portugal, Cuba, Santo Domingo, Panamá, etc. En dos ocasiones, le invité a impartir cursos de Nihon Taijutsu / Jujutsu en mi ciudad que nunca antes se habían realizado, y pude participar en varios cursos y exámenes en diferentes ciudades de España y Francia.

He participado en iniciativas fundamentales en España, colaborando en la creación del departamento de Nihon Taijutsu en la Federación Aragonesa de Judo en 1994; en la creación de la Asociación Española de Nihon Taijutsu, Nihon Ju Jutsu y Nihon Kobudo en 1999; en la Federación Aragonesa en 2000; en la Federación de Lucha en 2001; en la Federación Española en 2002; en la Federación de Karate en 2004; y en Artes Marciales Seibukan en 2006. Sin embargo, estas experiencias han abierto un camino administrativo infructuoso en el campo de las artes marciales en España, debido a la falta de profesionalismo de sus directores.

Si bien agradezco profundamente las oportunidades y el recorrido que hemos compartido a lo largo de estos años, he observado con creciente preocupación la falta de una gestión administrativa responsable y leal por parte de la dirección de la Federación Internacional de Nihon Taijutsu / Jujutsu hacia mí como maestro y director comprometido. Además, esta dirección muestra apoyo a una orientación deportiva y competitiva de Nihon Taijutsu, en lugar de preservar su propósito original de defensa personal. Por ello, le informo que no renovar é mi puesto como miembro de la junta ni como practicante en dicha organización.

Esta decisión no ha sido tomada a la ligera. Mi compromiso siempre ha sido con la integridad del arte y la educación de mis estudiantes; sé que muchos de ellos están tomando diferentes caminos, y los invito a encontrar su propia dirección, aunque, como mencioné en París, no en mi escuela. A pesar de mi gratitud por el tiempo vivido y las lecciones aprendidas, no puedo seguir siendo parte de una estructura que se desvía del rigor técnico orientado a la defensa personal que siempre hemos defendido, ni de los principios tradicionales de lealtad, honestidad, integridad y justicia. No olvidemos que estos principios deben existir no solo en la relación maestro-alumno, sino, como enseña la tradición del Budo, también en la relación del maestro hacia el alumno.

Prefiero centrar mi energía en seguir promoviendo y enseñando el verdadero espíritu del Budo en general y el Nihon Taijutsu orientado a la defensa personal en particular, preservando la llama del conocimiento en un entorno profesional que respete y fortalezca nuestras raíces.

Con sincero agradecimiento por los momentos compartidos y una firme crítica a las actuales deficiencias administrativas y de liderazgo, que aún no han sido abordadas, me despido de esta etapa, reafirmando mi inquebrantable compromiso con la tradición del Budo y la esencia marcial del Nihon Taijutsu orientado a la defensa personal.

Atentamente,